chofer-photo-1456668609474-b579f17cf693

¿Cómo distiguir el verdadero experto del que repite lo aprendido? ¿Qué diferencia a las personas que son verdaderamente expertas en una materia en concreto?

Esta historia, que llegó hace tiempo a mis oídos, ilustra muy bien los dos tipos de conocimiento con los que nos encontramos en las empresas o startups:

Max Plank, después de ganar el Premio Nobel, estuvo dando conferencias por todo Alemania dando la misma charla sobre mecánica cuántica una y otra vez.

Al cabo de un tiempo, su chofer, que de tanto oirle había memorizado completamente su charla, le dijo :»Le importaría, Profesor Planck, dado que es tan aburrida esta rutina que llevamos, si soy yo el que doy la charla en Munich y usted simplemente se sienta en primera fila llevando mi sombrero de chofer?»
Planck dijo, «Por qué no?»
Y el chofer se levantó y dio la larga charla sobre mecánica cuántica palabra por palabra. Después de terminar, un profesor se levantó y le hizo una pregunta muy compleja. El ponente le dijo, «Bien, estoy sorprendido de que en una ciudad tan avanzada como Munich se me pregunte algo tan elemental. Voy a pedirle a mi chofer que responda.»

En este mundo tenemos dos clases de conocimiento: Uno es el conocimiento de Planck, el de la gente que realmente sabe. Han pasado por lo que han tenido que pasar para aprenderlo, han pagado ese peaje y tienen las aptitudes.
Después tenemos el conocimiento del Chofer. Estas personas han aprendido a vomitar la charla, puede que incluso lo digan convincentemente e impresionen, pero al final tienen el conocimiento del chofer enmascarando a conocimiento real (el del que hace o lo ha hecho).

El conocimiento real viene cuando la gente hace el trabajo y lo sufre en sus propias carnes.

Dos claves te harán saber si estás delante de un verdadero experto: La primera es que podrá responderte si le preguntas «por qué?».
La segunda clave que te dirá que estás ante un verdadero experto es que será capaz en algún momento de reconocer los límites de lo que sabe y de lo que no. Si se encuentra fuera de su círculo de competencia, suelen estar callados y simplemente decir «No lo sé.»